RECUPERACIÓN DE CALOR INDUSTRIAL

LA ENERGÍA MÁS VERDE, ÓPTIMA Y SOSTENIBLE

Desde BOIXAC hemos tenido el honor de ser invitados y participar en el podcast Con G de Geo que tiene por objetivo acercar la ingeniería que busca el desarrollo a través de la sostenibilidad, mediante las energías renovables, la optimización energética y el uso eficiente de los recursos.

Seguidamente encontrarás la transcripción con nuestra aportación y te animamos a escucharnos a través del enlace adjunto.

«En diciembre de 2019 se aprobó lo que conocemos como Pacto Verde Europeo, que tiene por objetivo alcanzar la neutralidad climática dentro de 2050. Para ello, se hizo un escalado con las distintas acciones a realizar y, uno de los peldaños en los que pararemos y analizaremos si hemos hecho los deberes, es en 2030.

Además de incluir aspectos como recuperar la biodiversidad, mejorar el benestar animal o fomentar la gestión forestal sostenible, hay tres aspectos que influencian directamente al campo de la energía:

– Establecer una cuota mínima de energías renovables del 40%.

– Mejorar la eficiencia energética en un 36-39%.

– Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 55%.

Todos estos aspectos son importantes para poner solución a la emergencia climática pero, desde BOIXAC, entendemos que si la población mundial sigue aumentando, por ejemplo, sólo en España se previene un aumento del 2% en los próximos 15 años, más allá del uso de energías renovables, la sostenibilidad pasa por el cambio en el consumo y en la optimización de los recursos.

En este sentido, considerando que la industria española consume cerca del 31% del total de la energía, su modernización y optimización es una de las claves para nuestro futuro.

Cuando vamos por la autopista, hasta donde nos alcanza la vista, vemos fábricas que necesitan energía para sus procesos, sea por ejemplo para calentar aguas residuales y así facilitar la digestión biológica de los lodos, secar cemento para su correcta conservación, incrementar el CO2 en los invernaderos para aumentar la velocidad de fotosíntesis, enfriar alimentos como bombonas para su modelado, etc.

Todos los procesos que necesitan calentar o enfriar requieren energía, y la energía mantiene un equilibrio. De hecho, el calor es la transferencia de energía de una zona de temperatura elevada a otra zona de temperatura más baja. Si por ejemplo miramos qué ocurre en nuestras casas cuando ponemos el aire acondicionado veremos este equilibrio. Mientras la unidad interior impulsa aire frío, la unidad exterior expulsa el calor excedente.

Partiendo de este equilibrio energético, vemos que se necesita una cierta renovación del aire interior para mantener su calidad. Para esta renovación cogemos el aire exterior y lo enfriamos o calientamos en función de cada necesidad. Al tiempo que introducimos el aire nuevo, debemos expulsar el aire sobrante del interior para que pueda caber el nuevo y aquí es donde entramos con la recuperación de calor.

Si hacemos un salto desde nuestras casas a la industria e imaginamos, por ejemplo, que el aire exterior está a 20ºC y lo queremos calentar para que llegue a los 80ºC en el interior, caso por ejemplo de un secadero en el que necesitamos extraer la humedad. Aquí aparentemente necesitamos un equipo que sea capaz de aumentar la temperatura del aire 60ºC, de 20 a 80ºC. Sin embargo, hay otra posibilidad más inteligente, económica y sostenible.

Cuando cogemos este aire del exterior a 20ºC y lo queremos calentar para introducir en una sala, un mismo caudal de aire que estaba en el interior a 80ºC será expulsado. Mediante un sistema de recuperación de calor hacemos que estos dos flujos de aire se crucen sin mezclarse mediante un sistema que conocemos como flujos cruzados. Estos flujos no los mezclamos para así mantener la calidad del aire previamente filtrado, pero sí extraemos el calor del flujo de aire saliente y lo traspasamos al flujo de aire entrante.

Con este sistema conseguimos dos objetivos;

1. El aire frío que estamos introduciendo subirá de temperatura, de modo que el equipo que utilizamos para calentarlo, a menudo calderas, podrá trabajar más relajadamente, consumiendo menos energía y, por tanto, ahorrando y siendo más sostenible.

2. El aire caliente que estamos expulsando rebajará notablemente su temperatura asemejándose a la temperatura ambiente y, por consiguiente, seremos aún algo más sostenibles.

La tecnología de los recuperadores de calor puede cambiar en función de la aplicación y del fabricante, pero, como hemos visto, se basa en el perfeccionamiento de los filtros para ofrecer una correcta calidad del aire, de los ventiladores para obtener la circulación del aire. el menor consumo eléctrico y de los recuperadores de energía que son el corazón que permiten la magia del intercambio de calor. Aquí se le pueden sumar otros valores añadidos como el control o aislamiento.

En nuestro caso particular, desde BOIXAC, nos especializamos en los intercambiadores de calor industriales y, al igual que es importante trabajar para mejorar las técnicas de ventilación y de filtraje, los intercambiadores también progresan para ofrecer soluciones resistentes a ambientes corrosivos, altas presiones y temperaturas de hasta 950ºC, con tubos aplanados para reducir pérdidas de carga y construcciones compactas que actualmente alcanzan niveles de eficiencia superiores al 80%.

En el ámbito industrial las aplicaciones tienen muchas singularidades como fluidos, viscosidades, presiones, temperaturas, materiales, coeficientes de ensuciamiento, etc. Es por ello que cada proyecto es estudiado al detalle para optimizar su construcción y así conseguir los objetivos de eficiencia energética, sostenibilidad y ahorro necesario para el avance industrial.»